"Guía rápida" sobre buenas prácticas en la gestión de las organizaciones
Este breve manual no pretende tratar acerca de la organización interna de las empresas (tipos, organigramas, etc.), sino sobre los principios generales que deben regir las actuaciones en la gestión de organizaciones de cualquier tipo, incluidos, en su forma más amplia, los grupos empresariales.
Emulando las herramientas de
pensamiento y referencia técnica basadas en la naturaleza, utilizadas por el
irrepetible genio de la arquitectura Antonio Gaudí, en este manual se
establecen equivalencias conceptuales con aquella para clarificar el sentido de
los principios de actuación propuestos.
En este caso, para definir la eficiencia (incluso eficacia en algún caso) obtenida en función de dichos principios de actuación, se esquematiza el problema mediante cápsulas o “células“ que agrupan en su interior a los actores de esta, así como los movimientos conjuntos que se obtienen:
Configuración “globo inflado”: Velocidad celular escasa o nula |
Configuración “banco
de peces”: Velocidad celular óptima |
Esto es, el objetivo esencial será el alineamiento de los esfuerzos para lograr un movimiento óptimo en la dirección deseada, evitando pérdidas de rendimiento por carencia de esfuerzos adecuadamente coordinados.
Es necesario, pues, aplicar
constantemente un procedimiento coherente para obtener avances en la
dirección pretendida.
La competencia imprescindible,
entre otras, que deberá poseer cada “líder” (director, etc.) de célula será la
capacidad de asumir, transmitir y aplicar la filosofía de actuación
corporativa al resto de miembros de su ámbito de actuación, concepto que
después se expone.
Esquema general de
funcionamiento: células englobadas
Esquemáticamente se puede plasmar
de la siguiente forma el concepto de gestión y funcionamiento de la
organización, como una serie de células englobadas sucesivamente unas dentro de
otras.
Se establece para estructuras
habituales en corporaciones con distintos negocios o empresas, obviando por
simplicidad células internas del propio negocio (departamentos, etc.), pero a
los que igualmente debe aplicarse esta guía. Habrá que simplificarla / adaptarla
a cada tipo de organización, por ejemplo, para empresas individuales.
El ámbito de actuación, o interacción de cada actor o miembro de la organización con el resto, puede ser interno o externo a su célula de pertenencia. A continuación, se establecen los principios que deben regir ambos tipos.
Principios de actuación
“intracelular”
El primero de los ámbitos de actuación antedichos es el
interno o “intracelular”, es decir, perteneciente a los actores dentro de cada célula definida en el apartado anterior.
Los principios de actuación en ellas se establecerán, o delegarán, por los responsables o “líderes” de las mismas, siguiendo siempre las directrices al respecto de la inmediata superior de las que forma parte. El resto de los miembros se deberán alinear con dichos principios y nunca, ni siquiera a nivel operativo básico, se deben contravenir u obviar por una célula los principios establecidos desde cualquier nivel superior en los que se engloba la misma.
Líder: vehículo
transmisor de los principios corporativos de actuación al interior de su célula
Principios de actuación
“intercelular”
No obstante, respecto a lo expuesto en el apartado anterior, no se debe obviar el soporte técnico a
recibir por parte de los líderes de células inmediatamente internas a la propia,
con objeto de lograr establecer decisiones excelentes… o lo más aproximadas a
la excelencia que resulte posible.
Esto será especialmente trascendente en el caso de la
célula “primigenia”, llamada Consejo-Propiedad en este manual, dado que es el origen
de la toma de decisiones, sin referente superior posible a efectos de
principios de actuación.
Es, quizás, el proceso más crítico
por complejo, al menos a nivel táctico y operativo, dentro de las prácticas de
gestión empresarial al involucrar ámbitos (células) de actuación adicionales
al del actor o actores implicados.
Volviendo a las comparaciones con
la naturaleza, en este caso más bien de la práctica médica o la física, hay dos
principios de actuación intercelulares típicos, siendo los más frecuentes.
Perfusión
Se puede definir el principio de actuación por “perfusión” como aquel que utiliza regularmente interacciones directas desde células exteriores a interiores atravesando sin implicación alguna (o escasa) a las intermedias. Valga como ejemplo médico, solo a efectos gráficos: una “inyección” mediante una jeringuilla, atravesando la piel para llegar a la musculatura, sistema circulatorio, etc.
Principio de actuación intercelular: por perfusión
Aunque puede ser muy eficaz a
corto plazo, la práctica relativamente frecuente de ese principio desorienta a
las células interiores y les induce la idea de que el concurso de células
intermedias no es necesario para su actividad propia, generando incluso la
tendencia a consolidar la “perfusión” bidireccional por parte de la célula
interior.
Este principio, a la larga, lleva a la destrucción del “organismo” (la Organización), además de suponer dosis anormales de desorden en las priorizaciones y ejecución programada de tareas de las células interiores, con generación de pérdidas de rendimiento, como mal menor.
No debe confundirse este principio de actuación con el habitual en estructuras organizativas mixtas o matriciales, adecuadas en muchos casos y propias de organizaciones más concretas generalmente: puestos de "staff" o de acción transversal en la organización, gestión mixta jerárquica / por proyectos, etc.
Ósmosis
Se define ósmosis como el
fenómeno físico por el que se produce un flujo de “disolvente”, pero no de
“soluto”, entre dos disoluciones distintas separadas por una membrana con
determinadas características (semipermeable).
La asociación de términos en este caso puede establecerse así:
- Disolvente: medio (principio de actuación corporativa) en el que funciona la organización.
- Soluto: miembros que operan en cada célula de aquella.
- Disolución: cada una de las células que conforman dicha organización, con su concentración propia e individual.
Principio de
actuación intercelular: por ósmosis |
Se puede asimilar al tema de estudio, como la transmisión constante de los principios de acción corporativos desde la célula exterior a la interior, a través de su “membrana de separación”.
De la misma forma, las necesarias
transmisiones de información, reporte, soporte, etc. desde la célula interior a
la exterior se producirá de forma planificada, con la frecuencia adecuada.
Ambos tránsitos se producen generalmente sin la necesidad de que los actores de cada una de ellas abandonen su ámbito de actuación ni sus actividades características y privativas.
Ello implicará establecer y observar continuamente un elevado nivel de organización en las relaciones intercelulares, pero su eficiencia global es la mejor esperable... siempre y cuando la definición de los procedimientos permita la agilidad suficiente.
Comentarios
Publicar un comentario